ICONG premia el sistema de protección frente al abuso de Aprocor


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ICONG es una organización
que comprueba que las ONG trabajan bien.

ICONG ha dado un premio a La Fundación Aprocor
por el sistema que previene los abusos.

Este sistema defiende los derechos
de las personas con discapacidad intelectual, el respeto y la dignidad.
Leticia Avendaño, que es la directora de la Fundación Aprocor,
recogió el premio.

La Fundación Aprocor ha recibido el reconocimiento de mejor buena práctica en la categoría Plan de Mejora por parte del Instituto para la calidad de las ONG (ICONG) por su sistema de protección frente al abuso hacia las personas con discapacidad intelectual. Lo ha hecho en el marco del IV Certamen de reconocimiento Buenas Prácticas en la Gestión de las ONG celebrado el pasado 14 de noviembre en el Museo ABC de Madrid.

En jurado ha valorado la clara orientación del sistema a la defensa de los derechos y el respeto a la dignidad. Además, ha considerado que cuenta con un enfoque metodológico de gran calidad, supone una innovación notoria y tiene un buen potencial de transferencia y extensión.

El premio fue recogido por la directora de la Fundación Aprocor, Leticia Avendaño, que señaló que reconoce el esfuerzo colectivo de los que conforman la Fundación Aprocor y que se suma y multiplica junto a las iniciativas de todo el movimiento asociativo. Añadió que prevenir los abusos para aquellas personas que están en una situación de vulnerabilidad es una labor compleja que atañe no sólo a los profesionales, sino que ha de desarrollarse implicando a las propias personas con discapacidad, a sus familias y otros agentes sociales.

El sistema de protección frente al abuso responde a la constatación de que los comportamientos agresivos que se ejercen contra las personas con discapacidad intelectual surgen de su vulnerabilidad, dependencia e incluso de la sobreprotección en la que viven. Tiene como objetivo prevenir, detectar y acompañar a las víctimas ante cualquier forma de abuso. Pone especial énfasis en las formas de abuso más sutiles, como son la infantilización, el control, la desinformación o la falta de accesibilidad.